PUNTO G

El enculamiento es esa química perfecta que se vuelve tóxica

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Qué mejor que el sexo con tu pareja sea exquisito y hasta algo adictivo pero ¿Qué sucede cuándo eso es lo único que te mantiene anclado a una relación destructiva, sin futuro ó peor aún, a una relación que ya se terminó?

Te encuentras ahí, frente a las dos listas que tanto tus amigos, como miles de páginas de psicología te sugieren, las listas de pros y contras que te ayudarán a sopesar si vale la pena seguir en esa relación ó seguir lamentándote por el que se fue. En la lista de contras tuviste que darle la vuelta a la página ó usaste hasta dos hojas y en la de pros, además  de las cosas que tienes como recuerdos  del inicio de la relación, que no es más que algo que quedó atrás y que no se parece en nada en lo que ahora vives; tienes escrito en letras grandes y hasta subrayado: ¡NADIE ME HA COGIDO COMO ÉL!

Y no es mentira, nadie había nunca compartido las guarradas que te gustan, ni había pasado horas lamiéndote, nadie te había mostrado que los pies pueden ser tan putamadremente erógenos, después de miles de acostones, nadie te había hecho sentir la bomba sexual que ahora eres, ninguna boca se había amoldado a la tuya como esa, ningunas manos a tus tetas, pero resulta que cuando estaban fuera de la cama el casanova y tú, nada, absolutamente nada, funcionaba.

Si esto te suena, siento decirlo pero estás “enculada” (¡arrrghh es de la chingada estarlo!) y no importa cuanto porno veas los últimos días, ni cuantos ofrecimientos de sexo casual lleguen al inbox ó en las noches de rumba, la verdad es que en el fondo temo que hay cosas que igual y nunca vuelves a experimentar pero justo ahí está todo, puede ser que haya forma en donde el “enculamiento” se mezcle con el enamoramiento y que además, ahora ya tengas esa lista de contras que te pone en claro a qué cosas no dar entrada la siguiente vez.

Sí, ya sabes todas esas cosas que no te gustan pero que has aceptado porque hay momentos en los que uno piensa con lo que palpita entre las piernas y no con el pecho, tienes ya el conocimiento de cosas que antes no habías experimentado y que si te atreves puedes pedir. Tener un perfecto amante no tiene porque ser el fin del camino porque puede haber por ahí quien lo sea, no solo en la cama, si no en muchas más cosas.

A mi este “enculamiento” ya me tiene hasta la madre. Lo peor de todo es que él lo sabe, lo que no me he puesto a pensar es que tal vez a él le suceda lo mismo conmigo. Pero, ¿Es suficiente tener el mejor sexo para rescatar una relación ó para permanecer en una que te hace berrear y no precisamente de placer?

A lo mejor es el momento de agarrar todo lo aprendido y aplicarlo en otra parte, estamos por ahí muchas personas abiertas a experimentar y guarrear un poco, tal vez tú y yo seamos tal para cual y el “enculamiento” con los otros no nos deje verlo, esta rico que la química nos haga desear tanto al otro pero esa química mal calculada y equilibrada se puede volver tóxica.

Aparte de los fluidos, está chingón compartir las ideas y otras cosas que nos hacen compenetrarnos  con alguien. Y si ya de plano la cosa sólo va de “encularnos” pues entonces no sufrirla y ensabanarnos cuantas veces podamos antes de que la cortina de humo se disipe y nos deje en claro que todas esas feromonas y hormonas son todo… menos amor.

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