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La marcha gay México 2017 bajo el lente de Ana Bárbara Serna

Un día antes tuve una sesión con una quinceañera y cuando se bajó de mi carro porque llegamos a la locación, me dijo toda apenada:

-Perdón, ya te llené el asiento de brillantina por mi vestido.

Le respondí; no te preocupes, así será un asiento muy feliz.

Lo primero que vi al llegar a la marcha, fue el piso lleno de brillantina. Decidí llegar antes que mis amigos para poder tomar fotos, cuando iba dirigiéndome hacia la Avenida Reforma, vi a un tipo con saco, unos shorts muy cortitos y en taconazo, lo envidié un poco por su audacia, caminaba más rápido que yo en tenis.

Es la segunda marcha a la que voy y tenía la esperanza de que fuera más gente, sentía mucha emoción poder estar ahí, salir a gritarlo y sin miedo. Me dio gusto ver a familias enteras apoyando, diversidad en su máxima expresión, aunque no faltó el exhibicionista aprovechándose de poder lucir sus carnes sin que nadie le reprochara.

La diversidad se puede admirar en los pequeños detalles, en gestos sin género, sin ataduras y con un toque de felicidad.

Aquí les dejo mi registro de ese día.

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