Vas por la calle y una exquisita y entallada chica te pregunta si su trasero es más grande que el otro, sin dudarlo decides dar tu voto al otro trasero incluso le pones una calificación de 9.5.
Es perfecto, anatómico, buen volumen, buena forma, excelente línea estética y de pronto te das cuenta que quien porta con mucho orgullo ese culazo, no es una chica, sino un chico.
¿Te gusto más el culo de un hombre? Lástima, los culos, culos son. Y ni tú y ni nadie tienen la culpa de tal perfección. Así reaccionan los hombres que se inclinan por el apetecible culo de un chico.