Seguramente muchas chicas, al leer la palabra culo, provocará que en automático, ya no quieran leer la nota porque esa palabra es muy “vulgar”. Y seguramente también, esas chicas son las mismas que estudiarán a detalle y detenidamente el vídeo para poder ejecutarlo de manera profesional en el antro. (¿todavía se le dice así?)
Pero no nos desviemos. Hace unas horas, la que despoja Fiu Fiús a nivel mundial, Beyoncé Knowles, presentó el vídeo que pertenece al tercer sencillo de su último disco. El encargado de la dirección del vídeo es Jake Nava y la canción tiene composición y arreglos entre Beyoncé, Justin Timberlake y el rapero The Dream.
El vídeo no ofrece nada nuevo, una vocalista medio enseñando sus dotes de pole dance, que muestra el culo de manera descarada, o sea, imágenes dignas de cualquier vídeo de soft porn, aquí un ejemplo del minuto 3:40 del vídeo:
Ok, no hay que enfocarnos sólo al culo de Beyoncé, hablemos de que el arte nos recuerda a esa década de locos años veintes, osea, estética barrocona, increíbles (casi) vestuarios y locaciones muy al estilo del Gran Gatsby.
¿QUÉ OTRA COSA ES TAN EFECTIVA COMO UN VIDEO MUSICAL PARA MARCAR TENDENCIA Y PONER DE MODA LAS COSAS? HAY QUE DARLE GRACIAS A ELLOS Y AL SEXO PORQUE ACTIVAN LA ECONOMÍA, LA INDUSTRIA TEXTIL, LA INDUSTRIA DEL DEPORTE, DEL PLACER, DE LA MÚSICA. GRACIAS A ESAS “MUJERES ENCUERADOTAS” A ESOS EXQUISITOS, HOMBRES GUAPOS, MUCHAS, PERO MUCHAS FAMILIAS PUEDEN COMER Y TAMBIÉN, MUCHOS/AS JÓVENES SE PUEDEN AUTORECETAR, UNA SUCULENTA PAJA.
Bueno… Como es costumbre aquí, no me resta más que decir que el nuevo vídeo de Beyoncé es una chulada.