¿Qué pensarías si te digo que existe una manera gratuita para obtener mucho placer que no implique la clásica masturbación con los dedos? No te tomará tres minutos, quizá te tome 10 (pero hey, ¿quién dijo gratis?), sin embargo los resultados son muy efectivos. Además de que te sirve como ligero work out.
El pillow humping o “montar una almohada” es bastante acertado en su nombramiento, pues consiste en tomar tu almohada favorita, ponerla entre tus piernas y tallar tu sexo contra la tela hasta obtener un formidable orgasmo. ¿Cómo, también para eso sirven las almohadas? Increíble pero cierto, en estos tiempos en que todo se quiere reciclar y/o reusar, aquí tienes una manera divertida y placentera de ser ecofriendly.
Porque todo en la vida debe tener instrucciones, y para todas aquellas lentas (como la que escribe este artículo), que no tuvieron la ocurrencia de hacer magia con pocos recursos, aquí un ligero conteo de cómo realizar el pillow humping.
1. VAQUERA
Tomas tu almohada, te colocas sobre ella de rodillas, le das la forma que necesitas para acomodar tu clítoris y poder obtener la mejor sensación. Entonces te mueves al estilo montar como un vaquero para concretar la masturbación perfecta.
2. CUCHARÉO
Esta posición es para la floja que llevas dentro, pues puedes permanecer recostada de lado, situar la almohada entre tus piernas y darle rienda suelta a la imaginación.
3. SOBRES
No puedo mentir, nombré esta posición de esta manera porque ese sentimiento ocasiona. Tu poco precavida almohada pierde toda inocencia cuando la colocas en tu sexo estando todo tu cuerpo boca abajo y encima de ella, mientras le das por todas partes hasta venirte.
También puedes buscar este término en tu sitio porno favorito, hay miles de chicas que te enseñarán cómo hacerlo. La recomendación es utilizar esa almohada un poco más dura que las demás para mejores resultados. La precaución es que no lo hagas durante mucho tiempo o en varias ocasiones al día, ya que la superficie de la vagina puede llegar a irritarse. Utiliza este método en esos días en que no te aguantas ni a ti misma de lo cachonda que estás.