Nos queda muy claro que las nuevas generaciones tienen otra forma de aprender cosas que se supone se adquieren en una academia. Las posibilidades son infinitas: Baile, un instrumento musical, otro idioma, tutoriales… Una de las ventajas primordiales es que es gratis, lo hacen desde su casa, llevan su ritmo y aprenden lo que les interesa.
Si alguien se mete a una academia de baile, suponemos que para llegar al Dubstep, tienen que pasar por muchas horas de otras actividades que no les interesan. La pregunta aquí es: ¿Las academias se deben de preocupar o al contrario, deben de buscar alternativas como convenios con YouTube y Secretarías de Educación? Algo es seguro, la forma de aprender ya ha cambiado.
Aquí tenemos un ejemplo concreto, Adilyn Malcolm, es una chica de 12 años que se ha hecho experta bailarina de dubstep y solo por ver videos con bailarines profesionales como el gran Marquese Scott. Y es curioso cómo esta chica se da a conocer en la misma plataforma con la que aprendió a ejecutar su pasión.
Dale play al video para que veas su proceso de aprendizaje y cómo nos define el concepto de pasión.