A ti que me lees, déjame contarte. Siento como mis labios comienzan a agrietarse, esta cuarentena parece estar llevándose lo mejor de mí. Necesito tu lengua lamiendo mi lengua y tu boca entera succionando mi labio inferior. La más grande ironía es que siendo el Día Internacional del Beso, muchos alrededor del mundo no podamos besarnos.
De haber sabido que así sería, me hubiera obsesionado más tiempo besando tu cuello, tu ombligo y el camino completo hasta tu entrepierna, te hubiera obligado a besar mis tetas con más detenimiento. Me hubiera convertido en la más dedicada filematóloga para poder explicarte todo lo que tuvo que pasar a través de la historia, para que tu saliva y la mía se cruzaran. Para que toda la química de mis fluidos, te escogiera como conducto de mi deseo. Hubiéramos roto el record de esos tailandeses, que durante 58 horas no se separaron, motivo por el cual hoy se celebra esta fecha tan fuera de lugar en este momento.
Creo que tú y yo nos hemos besado de casi todas las maneras, empezando por el beso robado que te llevó hasta mi cama. ¿Tú lo recuerdas? ¿Recuerdas tu primer beso? Yo recuerdo el mío; apreté los labios con fuerza porque me daba miedo sentir una lengua intrusa entre mis dientes, pero luego, cuando la dejé entrar, esa danza de lenguas me pareció fascinante. Desde entonces mis besos han recorrido distintos sitios, entre cálidos y húmedos y mi piel ha sido anfitriona de muchos besos y de distintas bocas.
Pero de todos los besos, mi favorito es ese en el que tu exquisita boca me roba el aliento, ese momento en el que cierro los ojos y siento como cada centímetro de mi, despierta ante el contacto de tu boca roja.
Celebremos a distancia por aquellos que este día se encuentran alejados, evoquemos cada momento en el que dimos por hecho la posibilidad de mojarnos los labios unos a otros, prometamos que cuando toda esta locura nos permita acercarnos, besarás como nunca a quien tienes cerca, besarás a la persona a la que no te atreviste a besar, darás tu primer beso, te despediras de lo que ya no quieres con un beso bien dado y a mí ¡me besarás completa!
