¿Qué ha pasado, que nuestra percepción de la simetría estética de la mujeres y de los hombres, ha cambiado a lo largo de la historia? Y no estamos hablando de siglos de diferencia, sino que estamos hablando a sólo décadas de que eso ha pasado.
Se puede decir que una Pin Up de la década de los años cincuentas, no cambia en mucho (sino es que nada) a una modelo de Goya o de Rafael, que sólo entre estos dos artistas se llevan varios siglos de distancia, pero las medidas de sus mujeres que emplearon como modelos, son bastantes similares.
Parece ser que en los setentas, fue la última década en donde las mujeres profesionales de la moda, que tenían medidas grandes, incluyendo, nalgas, caderas y vientres pronunciados, era no solo políticamente correcto, sino que era verdaderamente sexy y lo mejor de todo, las chicas comunes de esos entonces, no tenían que matarse para llegar a estándares de belleza realmente inexistentes.
La exigencia estética cambió y con la llegada del photoshop, estas medidas nada proporcionadas que se emplean ahora, se acrecentaron aún más a lo largo del mundo. El deseo de tener un cuerpo como las modelos actuales o mujeres famosas, que son ayudadas por el photoshop, no cambia mucho al de una chica de México y una mujer de París.
Definitivamente nos han impuesto una percepción de belleza que muchas veces no es humanamente posible.
Pero eso no sólo es algo exclusivo de las mujeres, ya se está dando también en los hombres, ahora los patrones de las medidas de los hombres también han cambiado y al parecer, es algo tan “natural” que nadie se ha dado cuenta.
Los modelos o el “ideal de hombre” ya no radica en que sean grandes o robustos, rechonchos o llenos, y mucho menos grandes y musculosos. La percepción de protección y seguridad, ya no va del tamaño del cuerpo, ahora va en un cuerpo estilizado, pero, (aquí la parte imposible de lograr) también, sumamente marcada de músculos.
Ve el ejemplo clarísimo en el recuadro de la portada que pertenece a Sandro Boticcelli, Birth of Venus, 1846.
O sea, «el ideal» es estar delgado pero musculoso, flaca pero con nalgas y tetas grandes.
Aquí te dejamos estos gifs en donde se muestra, qué pasaría si obras representativas a lo largo de la humanidad, ejecutadas por grandes artistas, sufrieran una manita de photoshop acoplada a nuestros estándares de belleza. Imagínate ver a la Venus de Boticceli con tetas enormes y vientre y cintura muy delgadas.
Esta percepción muchas veces imposible de alcanzar, hay que agradecerla a photoshop… ¿O más bien hay que detestarla?