Soy hedonista, y como dice una gran amiga: “tengo un compromiso con mis pasiones”, yo le añado que también con mis placeres.
Pensar en erotismo y ser responsable afectivamente
Cuando pienso en erotismo no lo hago desde las experiencias, sino desde la memoria modificada o la imaginación; es decir, el recuerdo de lo vivido, pero potenciado y la imaginación de lo posible. Tal vez te identifiques conmigo ante esta idea: vivimos en una época en que la institución del matrimonio se ha vuelto caduca y nuevas formas de relacionarse –o no– ahora son la opción. En este siglo tener una relación sexo-afectiva es menos rígido que antes, ya que no necesariamente tienes que nombrar, establecer tiempos en común o planes a futuro. Lo que sí hay que ser es responsable afectivamente.
El autoerotismo desde la cómoda soledad
Desde mi perspectiva, me siento bien en la soledad, la disfruto y por ello la dimensión del autoerotismo está siempre presente. Si eres de lxs míxs, seguramente vas por la vida en solitario, pero fantaseando con tus amigos o amigas, a veces concretándolo o admitiendo que he/she is not that into you, ¡y vamos!, es inaceptable no imaginar un buen beso, un masaje en la espalda o un abrazo que va más allá del cariño.
Cuando tus amigxs te llegan a provocar pasión
Creo que la fantasía brinda un placer apenas explicable, es como un foreplay constante con nosotrxs mismxs, y anda, ¡admítelo!, ¿cuántas veces has imaginado a todxs esxs amigxs guapxs con un “con todo respeto” previo?, y ¿cómo haces cuando un/a amigx súper sexy te da un abrazo o te pide pijamear para ver series?, de seguro piensas que la carne es carne y es imposible no sentir ese torbellino de energías que van y vienen. Somos cuerpo, de sangre en movimiento, de pasión, de vellos erizados, de calor.
¿Cuáles son tus fantasías?
¡No pasa nada!, fantasear es más común de lo que imaginas, por eso –tal vez estás pensando que me proyecto, y sí–, exploras nopor de arañas alien, de pulpos toqueteantes, de repegones en el metro, de besos cuando estás dormidx, de señorxs mayores que te nalguean, de cómo alguien te paga cantidades miserables por lo baratx que eres. Bueno, quizá esa soy yo nada más, seguramente tu dimensión erótica se compone de otras rarezas hermosas y sexis que no le hacen mal a nadie.
Solo recuerda, imaginar o fantasear jamás será políticamente incorrecto, cuida tu integridad y pon por encima de todo la libertad de elegir la sexualidad que a ti más te apetezca. Cada dimensión erótica es tan distinta como un universo, que no te preocupe ser el/a rarx de tu grupo de amigxs, siempre habrá alguien más freak que tú.
A ti te friendzonean, a mí me friendzonean, yo friendzoneo, nosotros friendzoneamos…, ¡pero sabrosear a tus amigos –con todo respeto– no ha matado ni matará a nadie!